Fallece el escritor catalán Pedro Zarraluki, Premio Nadal en 2005
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Pedro Zarraluki ha fallecido hoy en su Barcelona natal a los 70 años, según han comunicado sus agentes literarias. Escritor, crítico y activista cultural, su nombre está íntimamente ligado a la Barcelona de los noventa, que vivía entre la resaca pre y pos-olímpica y seguía siendo un referente cultural para el resto del país.
Premio Nadal en 2005 con la novela Un encargo difícil, tal vez el punto culminante de su carrera, había conseguido una década antes el Premio Herralde con La historia del silencio. Pero si primera obra de relevancia fue El responsable de las ranas, que le valió en 1990 el Premio Ciudad de Barcelona y RNE Ojo Crítico. También consiguió en 2012 el prestigioso premio internacional White Raven para su obra juvenil El hijo del virrey.
Asimismo, también son destacables las colecciones de relatos Galería de enormidades (Anagrama, 1989), Relato de familia con catástrofe (Anagrama, 1989), Humor Pródigo (Destino, 2007), Te espero dentro (Destino, 2014) y las novelas Todo eso que tanto nos gusta (Destino, 2008) y La curva del olvido (Destino, 2021).
Fundador del Café Salambó
Más allá de su fructífera actividad literaria, Zarralukí destacó también como fundador –al calor del éxito olímpico de Barcelona 92 y junto al escultor Francisco García y la agente literaria Carmen Balcells– del Café Salambó, un local aledaño a los cines Verdi, en la calle Verdi del barrio de Gràcia, que ha sido desde entonces dinamizador de la vida cultural de la zona. Lugar de reunión de cinéfilos, escritores y amantes de la cultura de los billares, el Salambó supo unir lo elitista y arquitectónicamente bello con el ambiente popular de la ronda de Dalt, a la que Vila-Matas, viejo amigo de Zarraluki y residente en el barrio, llamaba “ronda del mal”.
Así, el Salambó, donde tanto se podía tomar café, cerveza o gin tonic a altas horas, tras la sesión de noche de los Verdi, como cenar las especialidades de la casa, agrupó a un círculo de escritores, entre los cuales Zarraluki o Rodrigo Fresán, que constituyeron el llamado Premio Salambó, que concedieron entre 2000 y 2008 a la que consideran mejor obra literaria del año anterior en catalán y castellano más allá de los intereses comerciales de las editoriales.
Precisamente varios de sus colegas han querido destacar la figura de Zarraluki tras conocer su deceso. “Tenía una elegancia estricta en la prosa y el trato, esa que nos hace mejores. Crecí con sus relatos, gocé de su cariño, me hice mayor con él. Soy una afortunada”, ha dicho de él la periodista y escritora Cristina Fallarás.
“Con la muerte de Pedro se nos va un amigo. Demasiado temprano. El vacío que deja su ausencia lo tendremos que llenar con el recuerdo y releyendo sus libros. Era delicado, y elegante, de un humor fino, y su presencia irradiaba una simpatía y una ternura que también encontrábamos de ella”, han comentado los también escritores Jordi Puntí y Stefanie Kremser.
Enrique Vila-Matas, lo ha definido como “un cuentista nato que trasladó su ingenio a la novela”. Ignacio Martínez del Pisón, por su parte, ha dicho de él que fue “uno de los narradores más finos y personales de las últimas cuatro décadas”. “Sin sus libros, la literatura española reciente sería mucho más pobre”, ha añadido para seguidamente lamentar que “Pedro se nos ha ido cuando todavía le quedaban unos cuantos libros por escribir”. “Eso nos lo perdemos los que venimos leyéndolo desde el principio”, ha remachado Martínez del Pisón.
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