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La concertación sanitaria sube a 300 millones en Euskadi por los problemas en la gestión de las ambulancias en 2024

Una ambulancia de Grup La Pau, atendiendo una urgencia en Vitoria

Iker Rioja Andueza

Vitoria —

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La Sanidad vasca destinó en 2024 un total de 298,44 millones a concertación de servicios asistenciales frente a 269,32 millones de euros de 2023. Es un 10% más que se explica, en gran medida, por los problemas con la contrata de ambulancias y la salida de Grup La Pau en noviembre por un cúmulo de irregularidades. El gasto en transporte sanitario externalizado ha subido de unos 79,94 a 110,27 millones en un año. Estos datos figuran en un informe enviado al Parlamento Vasco por el consejero de Salud, Alberto Martínez, en respuesta a una solicitud de la representante de EH Bildu, Rebeka Ubera.

Estos casi 300 millones representan alrededor del 6% del presupuesto, unos 4.896,6 millones de euros, o un 5,8% del ejecutado real, 5.099,7 millones. Si se le agregan 1,3 millones del helicóptero externalizado y los 143,15 millones en contratos formalizados por Osakidetza con empresas privadas para tareas no asistenciales (mantenimiento, comida o servicios), la cantidad asciende a 442,99 millones de euros, el 9% o el 8,6% en función de si se compara con el presupuesto inicial o con el actualizado.

En cuanto a los conciertos, Gipuzkoa vuelve a ser el territorio con más volumen de gasto sanitario destinado a empresas privadas, 148,82 millones. Se explica en buena medida porque la de Tolosa es la única comarca sin un hospital público de referencia y cuesta 25,67 millones el convenio con la Clínica La Asunción. Tampoco hay hospital psiquiátrico. En total, hay una partida de unos 85 millones para centros tanto hospitalarios como psiquiátricos en ese territorio. La factura de Bizkaia asciende a 118,56 millones (unos 20 para centros sanitarios) y en Álava son 31,05 (1,5 para centros sanitarios).

El principal beneficiario de los servicios concertados en 2024 fue la cooperativa catalana Grup La Pau, que de enero a noviembre gestionó las ambulancias urgentes y programadas de Álava y Bizkaia hasta que fue relevada por irregularidades. Cobró casi 50 millones de euros. Es una cantidad muy similar a la del año anterior completo. Ambulancias Gipuzkoa, titular de la contrata de Gipuzkoa y desde noviembre también de la de Álava, rondó también los 40 millones ingresados. Hay ya también una partida que recae en Bizkanb, la unión de Alsa (Sanir) y Baztan/Bidasoa que gestiona el transporte sanitario de Bizkaia desde noviembre. Es de unos 20 millones.

Fuentes del Ejecutivo indican que estas cuantías son más altas de lo previsto por las incidencias con la marcha de La Pau. De hecho, en diciembre se tuvo que acordar un incremento presupuestario extraordinario de 15 millones de euros por este motivo, como adelantó este periódico. La Administración ha tenido que adelantar a las nuevas empresas contratistas algunas cantidades que la compañía catalana ya había ingresado pero sin trasladarlas a su personal. Es el caso del pago que se hizo en noviembre de los atrasos de 2022, 2023 y 2024 previstos en el nuevo convenio y que fueron pagados por las nuevas contratistas aunque eran compromisos de la anterior. La gestión de las ambulancias explica casi en su totalidad la subida de la concertación sanitaria. El Gobierno ya ha informado de que utilizará una bolsa de 12 millones de euros de avales depositados en su momento por Grup La Pau para compensar esas deudas que la compañía minimiza.

En el listado de las concertaciones, hay también contratos de oxigenoterapia, hemodiálisis, rehabilitación, urgencias domiciliarias, resonancias o pruebas diagnósticas, así como el programa dental para niños (PADI), que ahora está siendo reforzado. Finalmente, hay una partida de “reintegros”, que son pagos a particulares que han acudido a la privada y que luego imputan ese gasto a las arcas públicas por tener derecho a ello. Son unos 3 millones de euros en 2024.

En el diagnóstico elaborado por la mesa creada por el Gobierno con oposición, sindicatos, colegios profesionales y otros agentes se constababa la subida de la privatización en los últimos años. Sin embargo, en las últimas semanas el consejero Martínez ha incorporado a su argumentario que Euskadi es el lugar “de Europa” que menos porcentaje destina a concertaciones. Suele aludir a un 5%, un porcentaje algo más bajo que el que se desprende de los datos. “Pido a la gente que sea consciente de lo que tenemos. [Somos] El Gobierno de Europa que menos dedica a la asistencia privada. Les reto como periodistas a que lo comprueben”, llegó a manifestar en rueda de prensa. Las fuentes consultadas indican que ese porcentaje del 5% sale del presupuesto y que el dato más próximo a los 300 millones es la “previsión de cierre”, con todos los cambios ocurridos durante el año.

Por otro lado, hay 1,3 millones para el helicóptero estacionado en Sondika, el antiguo aeropuerto vizcaíno ahora con usos auxiliares al de Loiu. Supone un coste algo menor que el del año anterior, 1,4 millones. Asimismo, hay 143,15 millones en contratos de Osakidetza. Son servicios no asistenciales. La porción más grande corresponde a dos adjudicaciones con Abex Excelencia Robótica para “mantenimiento” de sistemas quirúrgicos robotizados. Es el conocido como Da Vinci y cuesta casi 25 millones de euros anuales, según los datos oficiales.

En este listado están también los servicios de 'catering' de los hospitales sin cocina. Dos de las compañías que más facturan son Auzo Lagun, del grupo Mondragon, y Eurest. Ambas fueron sancionadas por irregularidades en la contrata de comedores de los colegios públicos. Osakidetza tiene también externalizado a Deloitte el sistema de “aplicaciones de gestión”, con un precio superior a 5 millones. El mantenimiento de los equipos de “electromedicina” es también oneroso, por encima de los 20 millones. Son cientos las facturas y van desde la contratación de un fotógrafo para la graduación de enfermeros hasta la seguridad de los edificios.

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