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El PP rompe de la mano de De Andrés una racha de seis elecciones de caída en votos: “Es el comienzo de la recuperación”

Javier de Andrés, del PP, tras conocerse los resultados de este domingo

Rubén Pereda / Aitor Riveiro

Vitoria / Madrid —
22 de abril de 2024 00:06 h

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El PP ha roto la racha de hasta seis elecciones consecutivas perdiendo apoyos en las urnas y ha logrado siete escaños en Euskadi. Son tres más que los que ganó en las anteriores elecciones, cuando concurrió a las de la pandemia de COVID-19 de la mano de Ciudadanos, y dos parlamentarios más que con los que concluyó la legislatura, después de que Luis Gordillo diera el salto de una formación a otra en los estertores de aquella coalición. Traducido el resultado a cifras, el PP, liderado ahora por Javier de Andrés, ha logrado concitar el apoyo de 96.000 votantes —36.000 más que hace cuatro años— y, en porcentaje de votos, ha dado el salto desde el 6,77% hasta el 9,21%.

“Este el comienzo de la recuperación y el reposicionamiento del PP en el País Vasco”, ha anunciado un alegre Javier de Andrés a eso de las 23:00 horas. Estaba acompañado por, entre otros, Carlos Iturgaiz, a quien el PP vasco dijo 'agur' como presidente del PP vasco para darle el cargo precisamente a él, sin que mediara congreso tras la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo a finales de septiembre de 2023. “Teníamos un propósito, crecer, y lo hemos conseguido. El crecimiento en Álava, por ejemplo, ha sido espectacular, aunque es cierto que todo nos parece poco”, se ha congratulado el candidato a lehendakari. Ha anunciado, asimismo, que ya se ha puesto en contacto con Imanol Pradales, candidato del PNV y ganador de las elecciones, para tenderle la mano, aunque ha matizado que hay unas cuantas líneas rojas. “Si queremos acordar, tiene que ser dentro de los límites que hemos fijado. Estamos aquí para parar cualquier intención de ruptura dentro de Euskadi y con el resto de España. Somos la fuerza constitucionalista que ha crecido, que representa a un número creciente de vascos y que va a seguir creciendo, porque hemos empezado una importante remontada”, ha aventurado.

Hay incluso un municipio que este domingo se ha teñido de azul en el mapa de los resultados. En Laguardia, en el corazón de la Rioja Alavesa, el PP ha aventajado al PNV en apenas cinco votos (248 frente a 243) para hacerse con la primera plaza en el recuento. En Vitoria, tradicional plaza fuerte de los 'populares', se han quedado a poco más de un centenar de votos de arrebatarle la tercera posición al PSE-EE, que gobierna la ciudad gracias a una coalición con el PNV que encabeza la alcaldesa Maider Etxebarria. En esa ciudad, ha crecido en 5,2 puntos en porcentaje de voto con respecto a las elecciones de 2020. Un salto también apreciable en Bilbao, de 3,1, le ha llevado a rebasar los 20.000 votos en la capital vizcaína, donde se ha quedado igualmente en la cuarta posición a poco más de tres mil del PSE-EE.

La primera valoración del PP ha llegado temprano, muy temprano, cuando apenas habían transcurrido ocho minutos desde el inicio del recuento de los votos. Laura Garrido, que tomará posesión de su escaño por sexta legislatura consecutiva, ha tomado el micrófono para valorar las opciones que los primeros sondeos electorales le daban a su grupo. “Parece ser que los resultados van a confirmar las encuestas: la tendencia al alza del PP”, ha señalado, como confirmación de una tendencia que ha retrotraído a las elecciones municipales y generales de 2023. “El PP crece en votos, crece en escaños y crece en posiciones en su representación en el Parlamento Vasco. Hemos reivindicado durante esta campaña que somos la alternativa a lo que había, que los demás representaban el mismo producto con distintas marcas. La alternativa, centrada y moderada, para equilibrar la política en Euskadi, venía de la mano del PP”, ha abundado.

“No es normal que seamos la cuarta fuerza”

El PP ha roto con el resultado de este domingo un ciclo de seis elecciones consecutivas de caída de apoyos en las urnas. Pero no se han cumplido todas las expectativas que tenían —o que, al menos, trasladaban— en el partido antes de las votaciones. “No es normal que seamos la cuarta fuerza”, aseveró De Andrés en la entrevista concedida a este periódico. Él mismo ya sabe lo que es ganar en Álava, pues lo ha hecho en hasta tres ocasiones: en las elecciones a las Juntas Generales de 2007, 2011 y 2015. Pero ahora se han quedado detrás de EH Bildu, PNV y PSE-EE tanto en votos como en escaños. Sí ha logrado cumplir otras de las metas que tenía en mente: crecer. Han pasado de cuatro a siete escaños con respecto a 2020.

La primera victoria del domingo, si bien algo simbólica, la ha conseguido el PP por la tarde, unas cuantas horas antes de que comenzasen a contarse los votos, cuando todavía faltaban incluso muchos por introducirse en las urnas. Apenas dos horas después de la apertura de los colegios electorales, la secretaria general del PP vasco, Esther Martínez, ha presentado un escrito de denuncia ante la Junta Electoral. ¿El motivo? Los apoderados e interventores de otras dos formaciones políticas, EH Bildu y Vox, llevaban carteles demasiado grandes, lo que podía entenderse como propaganda electoral, algo prohibido en los colegios. La resolución ha dado la razón a los 'populares', que han conseguido que tanto la coalición abertzale como la formación de ultraderecha hayan tenido que recortar los carteles.

Pero los resultados no son definitivos y aún se pueden dar cambios por los nuevos recuentos, por la revisión de las reclamaciones y por el voto extranjero. Aquí te explicamos los detalles. Y el PP lo sabe bien y lo tiene reciente en la memoria. En los anteriores comicios, cuando el PP concurrió en coalición con Ciudadanos en julio de 2020, le arrebataron en la 'prórroga' el asiento a Diana Urrea, de Alternatiba y representando a EH Bildu. El acta fue a parar a manos de Luis Gordillo, quien, aunque se presentó como 'naranja' a las elecciones, mediada la legislatura saltaría a la bancada de los 'populares'.

La dirección nacional del PP arrancó 2024 con muchas esperanzas puestas en el ciclo electoral del primer semestre del año: gallegas, vascas y europeas. El primer trámite se cubrió. Pero el cambio de candidato y de discurso que impuso Feijóo en Euskadi no ha funcionado. O no lo suficiente.

La polarización entre PNV y EH Bildu, clave

El PP llegó a soñar con 10 diputados, aunque en la sede nacional se dieron cuenta pronto de que era una quimera. Feijóo apenas ha acompañado a su candidato en seis actos, mientras lanzaba la precampaña en Catalunya. El adelanto electoral decidido por Pere Aragonès no le ha venido bien a la campaña de Javier de Andrés, lamentan en Génova. En la dirección del PP sostienen que la polarización entre el PNV y EH Bildu ha limitado la posible transferencia de voto hacia ellos. Antes incluso de cerrarse los colegios electorales, en Génova apuntaban como un éxito el repetir los seis diputados de 2020, cuando se presentaron en coalición con Ciudadanos. Al final fue uno más, siete. Es el único hito cumplido de los marcados por el PP. Los de Feijóo no serán necesarios para la gobernabilidad, mientras el PSE-EE aumenta su representación y se podrá mantener el Gobierno de coalición liderado por el PNV. 

Con todo, la secretaria general del PP, Cuca Gamarra, ha asegurado en una rueda de prensa en la noche del domingo que “el Gobierno de Pedro Sánchez, que es un gobierno de coalición, está en claro retroceso también en el País Vasco”. En Génova señalan al presidente por el crecimiento de Bildu, una “mala noticia” que “es gracias a Sánchez y al PSOE”. Paradójicamente, Gamarra ha sostenido que “el miedo a que Bildu ganara las elecciones ha podido movilizar” al votante socialista y propiciar la mejora del resultado del PSE-EE. En público, en el PP se dan por satisfechos con el resultado logrado por Javier de Andrés. “Nos pusimos como objetivo crecer en porcentaje y en escaños en las tres provincias, y lo hemos conseguido. El objetivo en este sentido está cumplido”, ha zanjado Gamarra.

El otro hito al que quería aferrarse el PP era a la posible desaparición de Vox del Parlamento de Vitoria. Pero los de Santiago Abascal han resistido y han mantenido su diputado por Álava, lo que impide a Feijóo erigirse como “único representante del constitucionalismo” en Euskadi, como le gusta decir según su propia lectura de lo que sería el “constitucionalismo”. Con este andamiaje el PP intentará levantar un relato positivo que poder vender a pocos días de que arranque la campaña de las elecciones catalanas del 12 de mayo. Feijóo ha jugado muy fuerte por recuperar presencia e influencia en Catalunya, donde el PP quedó el último con apenas tres escaños en 2021. Está por ver si lo logra o si, como ha ocurrido en Euskadi, el proyecto de la derecha española sigue sin despegar en dos regiones cruciales para la gobernabilidad del país.

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