De una demanda vecinal a la protección del graffiti de 'Muelle', que luce restaurado después de su hallazgo en La Latina

En el cruce de la calle Cava Alta con Toledo, en el distrito de La Latina, luce desde el miércoles un graffiti restaurado atribuido a Muelle, un conocido artista en tiempos de La Movida Madrileña. Su verdadero nombre es Juan Carlos Argüello, y el de este edificio sería el tercer vestigio del autor conocido en la capital. Lo curioso es que fue hallado bajo capas de pintura en el muro de un edificio en obras que, en un primer momento, iba a derribarse. Llevaba décadas ahí, pero estuvo a punto de desaparecer.

La aprobación de los vecinos que habitan el inmueble tras la insistente denuncia de un concejal socialista en el Ayuntamiento de Madrid, Antonio Giraldo, lograron llamar la atención del Gobierno regional. Y, finalmente, pudieron salvarlo. El consejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, Mariano de Paco, publicaba recientemente en sus redes una imagen junto al resultado final, que rescata una pequeña parte del muro original para exponer el graffiti sobre el fondo rojo y renovado del nuevo edificio.

De esta manera, ahora forma un triángulo junto a las otras dos obras que aún se conservan de este pionero del arte callejero. Las otras también han sido protegidas, una en la calle Montera y la otra, en la cárcel de Yeserías. El responsable del área competente, De Paco, ha reafirmado que estos elementos de la cultura urbana serán blindados como Bienes de Interés Cultural (BIC).

Estas declaraciones hacen referencia a una promesa de la presidenta Isabel Díaz Ayuso que también incluía el Patrimonio Inmaterial del Siglo de Oro o la Edad de Plata en la región. Por el momento no se han anunciado fechas concretas. Más allá de los vestigios que están expuestos al público, otras obras de Muelle aún se guardan en la capital, solo que permanecen en manos privadas. Quienes quieran apreciarlas en plena calle deberán ir a uno de estos tres puntos, después de sumarse esta última obra en Cava Alta.

Muelle (1965-1995), comenzó a pintar en el barrio de Campamento (Latina), donde nació y se crió. Su firma, caracterizada por una flecha, se expandió rápidamente por las calles de Madrid en los años 80, influenciada por el arte urbano neoyorquino. Este estilo se convirtió en una forma de expresión alternativa y disruptiva frente al arte convencional que predominaba en la época.