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Día mundial de la poesía en un mundo de barbarie

El presidente de EEUU, Donald Trump, mira hacia abajo desde el palco presidencial en la Ópera del Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas.
21 de marzo de 2025 22:32 h

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Una forma de mirar la actualidad sería verla entre dos puntos antagónicos que confluyen en el momento: Donald Trump ha firmado la orden para desmantelar el Departamento de Educación y hoy es el Día Mundial de la Poesía. La agenda ultraconservadora que impone la nueva Administración estadounidense no puede en realidad destruir por completo el organismo que se ocupa de la Educación, precisa para ello una mayoría parlamentaria cualificada, pero asfixiarlo sí puede, y en ello están. Los Estados republicanos, además, andan prohibiendo libros en el supuesto país de las libertades. En cabeza Florida y Texas, con el mayor número de textos proscritos: en torno a 400 cada uno. Los principales objetivos a abatir son diversidad, equidad e inclusión (DEI). En Oklahoma, por su parte, están felices pensando que van a introducir la Biblia en las escuelas.

En España, país aconfesional según la Constitución, la Biblia nunca ha salido de la educación. José Ignacio Wert, ministro de Rajoy, se atrevió a llevar al BOE ¡Al BOE! El adoctrinamiento ultracatólico: El alumno «reconoce con asombro y se esfuerza por comprender el origen divino del cosmos», dice en el preámbulo. Lo publiqué en 2015 en mi blog, con enlace al Boletín oficial del Estado.

Algo pasa cuando la más reputada trumpista local, Isabel Díaz Ayuso, ha vuelto a invocar a Dios desde Londres en donde para reivindicar el “liberalismo a la española” y alguna cosa más de las suyas concluyó diciendo: «Todos somos hijos de Dios». El periódico ultracatólico, El Debate, le sirve de plataforma constante y está dedicado -junto con otros colegas de promoción de Ayuso - a intentar anular el efecto del documental 7291 sobre las víctimas de las residencias de Madrid en la pandemia. Han publicado incluso un inventado “protocolo de la vergüenza de Sánchez”, dedicado probablemente a los que no entienden lo que leen que cada vez parecen ser más personas. Nadie, nadie decente y humano, mandó dejar morir sin asistencia médica, asfixiados y solos a miles de ancianos. Salvo Madrid. De cualquier modo, no son ni mucho menos los únicos en esa tarea de lavado de Ayuso. El PP pide la comparecencia del presidente de RTVE en el Congreso y en el Senado por el “ataque a Ayuso” que, según ellos, es emitir ese documental, dirigido con producción propia, por Juanjo Castro y estrenado en cines hace meses. Así estamos. De horror

Pasma la desfachatez común a toda esta gente. Con sus vidas y obras tan poco edificantes, flagrantes incluso muchos de ellos, hacen una profesión de fe católica que en realidad es una radical involución, cerrada y castradora. Suprimir el Departamento de Educación en Estados Unidos, un país en el que masas ingentes de ciudadanos no saben ni dónde se ubica geográficamente España por ejemplo, es un billete de vuelta a las cavernas de la historia.

La educación en el punto de mira del fascismo. Destacaba un amigo estos días, cuando Finlandia vuelve a ser el país más feliz del planeta por 8º año consecutivo, que la lectura y el espíritu crítico forman parte de su educación diaria, en los centros educativos y en familia. España no está siquiera en el Top-20. Y concluía: “España tiene al escritor más leído de todos los tiempos y nuestros chavales no saben de quién hablo”. No, sobre todo esos pozos ultras que están aflorando incluso de jóvenes y adolescentes. Decíamos hace años que la derecha se quita leyendo. Con más razón la ultraderecha.

La merma educativa embrutece y cierra puertas a la cordura necesaria para tomar decisiones acertadas en la vida. Combinada con la desinformación, es letal. Y ahora hay mucha gente que, quizás con las prisas y los impactos visuales cortos, no comprende lo que lee. Máxime si está especialmente elaborado, fuera de lo más básico. Es bastante notorio.

Y, en medio de esta realidad tan áspera, resulta que hoy es el Día Internacional de la poesía. La máxima expresión verbal de la cultura. Hablan sin duda música, pintura, escultura, directamente la literatura. Dentro de ella la poesía, el lenguaje poético, es lo que en fondo y forma busca la belleza que abarca toda la gama de las emociones. Nadie expresó con más precisión que García Márquez, en los memorables cien años de soledad en Macondo, aquello de que “cuando la miró sus huesos se llenaron de espuma”.  A través de esta forma de esbozar las ideas, de la sublimación de la cultura, se podría ascender a cumbres donde la visión es más clara y quizás más honda. 

El periodista Carlos del Amor, de TVE, ha pedido poemas favoritos, algo así como los poemas de nuestras vidas que siempre atesoramos, para hacer una pieza en el Telediario. En las menciones nunca faltan Antonio Machado, ni Miguel Hernández, ni García Lorca, ni Neruda, ni Gloria Fuertes, ni Benedetti. Con muchos más que dijeron mejor todo lo que pasa y nos pasa. Hoy y siempre y tan intenso en estos días:

“Tristes guerras si no es amor la empresa, tristes armas si no son las palabras, afirmamos con Miguel Hernández. ”Si debo morir, debes vivir para contar mi historia“ pidió el poeta palestino Refaat Alareer antes de ser asesinado en un bombardeo israelí en 2023. Y es lo que intentamos hacer. Porque compartimos  con el poeta inglés  John Donne aquella hermosa idea esbozada hace 5 siglos: ”nunca preguntes por quién doblan las campanas; doblan por ti“. ”Ninguna persona es una isla; la muerte de cualquiera afecta, si te encuentras unido a toda la humanidad“. La muerte cruel, injusta, en especial, añado.

Y aun así la poesía nos sirve para poder “hundir algunos principios elementales”, desprenderse de los caminos marcados y, desmitificarlos, reedificarnos por ejemplo con Agustín García Calvo en nuevos conceptos menos cruentos y más reales: “Tú, que apacientas calaveras por las praderas de la verde África y a los rojos leones les echas de pasto las rosas de leche de luna de Nuruquimagua,

tú eres mi ejército

y mis leyes

y mi Dios

y mis padres

y mi patria.

Eres mi ejército y mis leyes y mi Dios y mis padres y mi patria, y el ejército y Dios y las leyes y todas las patrias y padres .

Se creen que tú no eres nada: que no eres nada“.

Trump, Elon, y todos los demás siguen rompiendo el mundo, muchos otros ensuciándolo, pero espero que esa tragedia puedan verla ustedes de otra forma menos aplastante.

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