Un pueblo de Valladolid se levanta contra una planta de biogás que quiere instalarse en los terrenos de la familia del alcalde
Lo primero que pensó Amparo Rico cuando se enteró de que estaban proyectando una planta de biometano en Pedrosa del Rey, Valladolid, fue en marcharse del pueblo de sus padres y abuelos. “Lo primero que pensé fue en vender la casa. Luego, hablando con los vecinos, decidimos movilizarnos”, explica ella a elDiario.es. El pueblo se enteró de que pasaba algo después de que un agricultor viera unas máquinas haciendo catas en unas tierras cercanas, propiedad de la familia del alcalde. Entonces se empezaron a mover en el pueblo.
Según algunos vecinos, que prefieren mantener el anonimato, el alcalde estaba bien valorado en el municipio, en el que ni siquiera cuenta con oposición y que lleva varios mandatos consecutivos. “Lo comunicaba todo hasta ahora, es muy raro”, protestan. El alcalde, José Ramón Fernández (PP), no ha contestado a las preguntas formuladas por este diario.
Las tierras en las que la empresa está interesada son de familiares del alcalde: según las notas simple del Registro de la Propiedad, a las que ha tenido acceso este diario, pertenecen a su padre y a una tía suya, ambos muy mayores. Las tierras que figuran en el proyecto son de 59.103 y 243.395 metros cuadrados, respectivamente. La Diputación de Valladolid se ha negado a hacer declaraciones porque considera que la competencia es municipal y las legislaciones son autonómica y nacional.
Una protesta que acabó en escrache
De hecho, estaba prevista una reunión informativa con dos cargos de Libergia para esta semana, que se canceló un día antes. Casi 200 vecinos se movilizaron este jueves para protestar contra la planta en una concentración que terminó en un escrache -menos numeroso- frente a las casas del alcalde y los concejales.
Libergia ha presentado un proyecto para instalar una planta de biometano con purines y estiércol de cerdo, vaca, gallinaza y paja procedentes de explotaciones situadas a 20 kilómetros. El proyecto contempla que se recepcionará residuos 354 días al año durante 16 horas al día los siete días de la semana, por lo que calcula que entrarán en la planta de media 423,7 toneladas diarias.
Además, el digestato -producto final de la digestión anaerobia de los residuos- se podrá aplicar al campo “por sus propiedades como fertilizante”. Según el proyecto, se producirán 5.020 toneladas de biometano al año, 8.850 toneladas de BioCO2 al año y 36.819 toneladas de digestato sólido. Este diario se ha puesto en contacto con Libergia, pero no ha contestado a su petición.
Amparo Rico, que ejerce de portavoz de la plataforma vecinal, insiste en que la gente de la zona no quiere esa planta. “Hemos contactado con los pueblos de alrededor porque va a afectar a todos los sitios. La comarca está en pie de guerra. Nunca había visto al pueblo tan indignado”, subraya. La plataforma calcula que, además de los posibles olores, circularán 40 camiones de gran tonelaje a diario para llevar los purines a la planta. Estos camiones, según el proyecto, está previsto recibir camiones 354 días al año durante 16 horas al día los siete días de la semana en dos turnos de ocho horas.
La planta contará con 13 trabajadores, según los cálculos de la empresa. Sin embargo, los vecinos no creen que este proyecto vaya a asentar población en el territorio. “Mucho se habla de lo de la España Vacía… pues para eso vamos a quedar, para que nos entierren en la mierda”, protesta Rico, que cita a otra vecina de Pedrosa: “Hay una mujer del pueblo que dijo el otro día: ‘Primero nos tuvimos que ir porque no se podía trabajar. Luego nos quitaron los servicios. Y ahora nos quieren llenar de mierda y quitarnos el aire, que es lo único que nos quedaba’”.
Los pueblos de alrededor, en contra
Villalar de los Comuneros es uno de los municipios cercanos a Pedrosa del Rey. Su alcalde, Luis Alonso Laguna, explica que la empresa también hizo unas catas en el municipio, pero que descartaron instalarla allí. En cualquier caso, el regidor sostiene que el pueblo no tiene ningún problema con los residuos y apunta que allí solo hay una granja y un centro de producción de semen. “Lo más peligroso no es el presente, es el futuro. Puede incitar a otras empresas a poner aquí sus granjas”, sostiene.
El alcalde de Morales de Toro, Luis Segovia (PSOE) apuesta también por escuchar a “la parte que está a favor” de la planta de biometano y a los técnicos que explicaran qué supondría esta planta y qué pasaría con recursos tan valiosos en la zona como el agua. “Habría que intentar analizar las explicaciones de los expertos. Yo puedo pensar que si la Junta de Castilla y León lo está promocionando, y si las cosas las han hecho bien, tendrán expertos y técnicos que muevan las cosas para que no funcionen mal. Pero los vecinos tienen miedo de que al lado de donde se ponga la planta se vayan a implantar macrogranjas. El problema es deshacerse de los purines, pero en cuanto tienes una planta cerca es mucho más fácil”, asegura a elDiario.es.
Ninguno de los alcaldes de la zona con los que ha contactado este medio ha hablado con el alcalde de Pedrosa sobre esta planta de biometano. El alcalde de Morales de Toro teme que el equipo de gobierno municipal haya firmado los permisos “sin explicar nada a la gente”. “No sabemos si les han explicado las cosas o si solo les han hablado de dinero y de economía”, apunta.
El alcalde de Casasola de Arión, Jorge Martínez (PP), asegura a este diario que acudió a la manifestación de Pedrosa, pero que se marchó cuando unos cuantos decidieron hacer un escrache. “Mi posición es siempre apoyar la voluntad mayoritaria de mis vecinos, que están muy preocupados. No estoy para nada en contra de la planta, pero si en contra de su ubicación porque perjudicaría de alguna manera a los vecinos”, aclara Martínez.
“En Castilla y León nos sobra superficie alejada del núcleo urbano”
“Creo que hay en Castilla y León geografía como para poder elegir una zona muy muy alejada del núcleo urbano. Imagino que en otras zonas con menos extensión de terreno libre, como Madrid o el País Vasco, la problemática es mayor... pero en Castilla y León lo que nos sobra es superficie libre y alejada de cualquier núcleo urbano. No es de recibo que se ponga a un kilómetro de un pueblo”, protesta Jorge Martínez, cuyo municipio está a cuatro kilómetros de Pedrosa.
El regidor de Casasola asegura que su pueblo no va a tener “ningún beneficio”. “Esto implica para mis vecinos un malestar y mucha incertidumbre. Aunque fuera económicamente rentable para el Ayuntamiento, para mí no merece la pena”, agrega Martínez.
El alcalde de Marzales, José Luis Rico (PSOE), rechaza “totalmente” la instalación de esta planta. “El Ayuntamiento de Pedrosa parece ser que quiere seguir adelante con el tema, que por lo menos no da contestación y no quiere hablar con la gente. Y eso ha orginado malestar”, sostiene el regidor socialista, que teme que ahora “se llene a la España Vaciada de estas plantas”.
La alcaldesa de Villalbarba, Elma Cuesta (PP), también estuvo presente en la concentración del jueves para mostrar su respaldo. Ella tampoco ha hablado con el regidor de Pedrosa. “Nos afecta, no tanto como a Pedrosa, pero sí nos afecta”, remarca.
El gobierno autonómico insiste en las ventajas que puede traer esta industria a los pueblos, que no terminan de creérselo. “La Junta de Castilla y León nos vende que esto fija población y crea empleo: pero esos técnicos no van a quedarse a Pedrosa a vivir, se irán a Tordesillas, Valladolid o Toro, como mucho. Aquí como mucho estará el trabajador que descarga y desinfecta los camiones, porque mucho del trabajo está tecnificado y las empresas ya tienen sus propios ingenieros”, resume la portavoz vecinal de Pedrosa del Rey.
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