La automoción vasca pugna por resistir entre la crisis de Europa y la presión asiática

El sector de automoción vasco, uno de los pilares de la industria de Euskadi, afronta un futuro cargado de incertidumbre por la crisis en Europa y la presión de los productores asiáticos, pero con la esperanza de saber mantenerse como una isla de crecimiento en medio de los vaivenes a los que se está sometiendo esta industria a nivel mundial, en parte provocados por la necesidad de afrontar la necesaria transición energética y la descarbonización. El lehendakari Imanol Pradales, de visita en una de las empresas más importantes de este sector, Michelin Vitoria, se ha referido precisamente a la necesidad de que esta transición energética y la descarbonización de la industria sea “ordenada pero constante, sin vuelta atrás. Que no nos reste competitividad ni haga que desaparezcan empleos que tanto nos ha costado crear”.
Durante su intervención tras la visita a la planta del fabricante de neumáticos, Pradales ha resaltado que Euskadi es un país industrial que ha sabido adaptarse a las circunstancias que ha exigido cada momento. En este sentido, ha reconocido que se viven “momentos de gran incertidumbre global” que se mantendrá durante los próximos años y que el “sector de la automoción no es ajeno a toda esta realidad”. “El mercado asiático y americano están jugando una fuerte partida que nos afecta de manera directa”, ha recordado. Una realidad frente a la que sólo existen dos alternativas: “resignarnos a tener un papel secundario o tratar de ganar protagonismo e influencia”. En este sentido, ha apostado por “volver a potenciar nuestras cualidades industriales” y “adaptarnos con éxito a las nuevas realidades. Debemos aprovechar el renacer industrial europeo a fin de que nuestras capacidades económicas y empresariales contribuyan y se nutran del mismo. Porque nuestro bienestar futuro depende de que seamos capaces de acertar en las decisiones que hoy tomemos”.
Tras asegurar que Euskadi tiene “mimbres” para ser protagonista del renacer industrial de Europa, con sectores que son referencia internacional en la industria del futuro, como la Movilidad y la Automoción, Pradales ha abogado por crear “entornos de estabilidad” para seguir atrayendo nuevas inversiones a Euskadi en un claro mensaje a los sindicatos. “Me refiero a seguir construyendo unas relaciones laborales basadas en el diálogo, la negociación y el acuerdo, proporcionando así un marco y una cultura sociolaboral positiva y constructiva que perdure en el tiempo”.
También el director de la planta de Michelin en Vitoria, David Urkiola, que ha acompañado al lehendakari en la visita, se ha referido a la necesidad de “paz social” como un “pilar fundamental” para el futuro de las fábricas que Michelin tiene en la capital alavesa y en Lasarte-Oria (Gipuzkoa).
Urkiola ha recordado que la planta de Michelin en Vitoria supone el 5% del Producto Interior Bruto (PIB) de Álava y el 2% del de Euskadi, y que en la actualidad afronta un contexto en el que el sector de la automoción europeo “está perdiendo competitividad” por el auge de la competencia asiática y por la “sobrerregulación” que existe en Europa y el “absentismo” laboral.
Unos factores que están impactando en la facturación y en el empleo de las compañías del sector, que han de desarrollar diferentes estrategias para afrontar este desafío. De hecho, Michelin ya ha anunciado que cerrará en 2026 dos de sus plantas de producción en Francia y que trasladará parte de su producción a la planta de Vitoria, que en este caso sale favorecida en el reparto. Por ello, Urkiola ha insistido en que la “paz social” constituye un “pilar fundamental” para el futuro de las plantas de Michelin en Euskadi y atraer a las inversiones, como también ha señalado el lehendakari.
Precisamente la plantilla de Michelin Vitoria votó hace poco más de un año salirse del comité intercentros, y negociar en solitario con la dirección, como ya lo hacía la planta de Lasarte-Oria. Michelin España tiene firmado un convenio hasta 2026.
Mercedes vuelve al trabajo tras un parón de 24 días
La otra gran empresa del sector en Euskadi, Mercedes-Benz Vitoria, ha vuelto este lunes al trabajo después de un parón de casi un mes, ya que llevaba parada desde el pasado 19 de diciembre. La factoría, en la que trabajan cerca de 5.000 personas, ha aplicado de esta forma el inicio del calendario laboral para este año aprobado el pasado mes de diciembre, en el que se introdujeron diversos ajustes respecto a las previsiones iniciales para tratar de mantener el empleo en medio de un descenso de la producción.
De hecho, la producción estimada para este año está en 124.634 unidades, lo que supone alrededor de 15.000 menos que las estimadas inicialmente y el número más bajo de los últimos años debido a la caída de la demanda de vehículos. Como consecuencia de esta bajada de producción, a partir del 3 de marzo el modelo productivo de la empresa pasará de dos a tres turnos de trabajo, eliminando el turno de noche. De entrada, ya desde este lunes el turno de noche se rebaja en media hora en Montaje Final.
La otra cara de la moneda es que la planta sigue inmersa en las obras de ampliación para fabricar las nuevas furgonetas eléctricas basadas en la plataforma VAN.EA, que se espera salgan al mercado en el 2026. Una proyecto que supone para la planta alavesa inversiones de 1.200 millones de euros.
La factoría alavesa, después de un periodo conflictivo se encuentra ahora en un momento de paz social con calendarios laborales pactados entre empresa y sindicatos sin ningún conflicto para abordar los retos que de este año 2025 considerado un ejercicio “decisivo para el futuro de la fábrica”, por la necesidad de culminar la apuesta por el vehículo eléctrico.
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