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Un camión accidentado vertió miles de litros de combustible de avión en Deba y dejó un mes de aguas contaminadas

Un operario, tras el vertido, dentro del agua contaminada

Iker Rioja Andueza

Vitoria —

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El 3 de enero, sobre las 7.55 horas, el camión-cisterna con matrícula 2013-KGT de la empresa Candispe tuvo un accidente en la autopista entre Bilbao y Donostia, a la altura de Deba. El suceso tuvo cierto eco porque obligó a cortar en ambos sentidos la AP8, una arteria fundamental de la circulación en Euskadi. Se informó de que había caído a la vía material inflamable y que los equipos de emergencia desplegados lo habían retirado. Sin embargo, aquello fue mucho más que un accidente de tráfico. Se vertieron 12.000 litros -según URA, la Agencia Vasca del Agua-, 17.000 litros -según la empresa del camión- o 19.000 litros -según los Bomberos- de un tipo de queroseno llamado Jet A-1 y que es usado como combustible de aviones. Iba desde los depósitos de Exolum (la antigua CLH) en el puerto de Bilbao hasta el aeropuerto de Burdeos-Merignac, en Francia. Desde el mismo inicio, se dio a la incidencia un “grado de afección máxima” porque el hidrocarburo cayó ladera abajo y contaminó suelos y aguas. En una regata afluente del río Deba se fue detectando el Jet A-1 al menos durante las cuatro semanas siguientes.

Los informes sobre este suceso han sido entregados al Parlamento Vasco por el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, como respuesta a una solicitud del representante del PP Álvaro Gotxi. Son decenas de páginas con documentación de URA, el organismo encargado de investigar los vertidos irregulares en las aguas, pero también de Iragaz Watin, una empresa que es consultora del Gobierno vasco, y de la propia empresa transportista, que contrató a otra consultora, Inteco Astur. Hay también resultados de los muestreos llevados a laboratorios. La información se complementa con decenas de fotografías que muestran tanto el accidente como los problemas en las aguas.

El camión transportaba exactamente 33.994 litros de Jet A-1. Tras el accidente, se produjo una grieta en la parte delantera de la cuba y salió el combustible. Se aplicaron medidas de contención del vertido en la calzada y se movilizó otro camión-cisterna para salvar el resto del hidrocarburo no derramado. También se recogieron unos 600 litros del suelo. A las 18.30 horas se dio por finalizado el operativo y, según los informes de la compañía transportista, no constaban “cauces de agua cercanos que pudieran verse afectados”. Además, parte del queroseno se “volatilizó”.

Sin embargo, a las 8.25 horas de ese día el 112 ya dio parte a URA de un posible vertido. De hecho, a las 22.30 horas de esa misma jornada se empezaron a recibir quejas de fuertes olores en la regata Latzurregi-Osio y también en el río Deba. Esos primeros informes destacan que la sustancia fue a parar a la ladera donde nace ese afluente del Deba. En ese momento, se constata que las aguas bajaban “con gran cantidad de hidrocarburo”. De madrugada, Iragaz ya instaló unas primeras medidas de contención y filtrado. Se recogieron las primeras muestras.

Sin excepciones, los partes de URA de los días 4, 5, 6 (festivo), 7, 8, 9, 10, 11, 13, 14, 15, 16 y 17 constatan en mayor o medida la presencia del queroseno en la zona. Las visitas vuelven el 21 de enero. Y el 22 ya se aprecia “algo más” de Jet A-1 en la regata. También se asegura que el vertido continúa sin estar resuelto el 23, el 24, el 25, el 26, el 27, el 28, el 29, el 30 (“bastante cantidad”, dice textualmente el informe de ese día) y el 31. Ese día, 'El Diario Vasco' recogió las quejas de los vecinos por los fuertes olores que continuaban en la zona. No hay partes ya en febrero, pero está constatado que la incidencia se alargó todo el mes de enero. De hecho, en algunos días las lluvias hicieron que los caudales crecieran y que las barreras instaladas no contuvieran todo el combustible. En ese mes, se hallaron algunos ejemplares pequeños de anguilas muertos, aunque los informes de URA no inciden especialmente en la mortandad de la fauna.

El 17 de enero, el director de Patrimonio Natural y Adaptación al Cambio Climático del Gobierno vasco, Adolfo Uriarte, envió un requerimiento para que Candispe asumiera el coste de las actuaciones que se venían realizando en Deba desde el 3 de enero relativas a la regata y al río y para que asumiera las tareas pendientes. Antes, sin embargo, los informes contratados insistían en que “las actuaciones de urgencia” habían sido las “adecuadas” para la “recuperación superficial” de las zonas afectadas por el siniestro en la autopista. Se insistía en que el principal problema estaba “en la calzada” y que en pocas horas fue resuelto. La compañía transportista también resaltaba que no había “certeza” de cómo se había filtrado el Jet A-1 desde la zona de la carretera al arroyo y critica que se instalaran sistemas de contención ya en las aguas sin buscar el origen más arriba en la ladera para actuar en origen.

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