Euskadi aspira a la vanguardia de la biomedicina con los nanohidrogeles inteligentes de i+Med

Euskadi aspira a ubicarse a la vanguardia de la investigación biomédica de la mano de la empresa i+Med, que ha inaugurado en el parque tecnológico de Miñano la nueva sede que albergará el primer Instituto Internacional Biomédico de Nanohidrogeles Inteligentes, desde el que se investigarán novedosas aplicaciones de la inteligencia artificial puesta al servicio de salvar vidas. Los nanohidrogeles inteligentes son sistemas de liberación controlada de medicamentos o tratamientos que permiten adaptarlos a las necesidades de cada persona y llegar de la forma más eficiente al punto que sea necesario tratar. Una inversión de 30 millones de euros ha permitido la creación de estas instalaciones de alta tecnología farmacéutica, que han supuesto la creación de más de 100 nuevos empleos de alta cualificación.

Los artífices de este 'milagro' tecnológico son Manu Muñoz y Raúl Pérez, que en 2013 fundaron la empresa al abrigo del vivero de empresas de UPV/EHU. Se trata de una cooperativa de científicos, una fórmula poco habitual en el sector, que han contado en la puesta de largo de las nuevas instalaciones con el apoyo institucional al más alto nivel: el lehendakari Imanol Pradales, los consejeros de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi, y de Ciencia, Universidades e Investigación, Juan Ignacio Pérez Iglesias; el diputado General de Álava, Ramiro González; la alcaldesa de Vitoria, Maider Etxabarria; y la delegada del Gobierno de España, Marisol Garmendia.

Los 30 millones de inversión se han destinado a partes iguales a las nuevas instalaciones de la compañía, que albergan la planta farmacéutica propiamente dicha, y el Instituto Internacional Biomédico de Nanohidrogeles Inteligentes, que será el área de I+D+i con más de 4.000 metros cuadrados equipados con tecnología de alta vanguardia tecnológica, y a la inversión en tecnología y conocimiento, así como en la “atracción y retención de personal de alta cualificación”.

La evolución de la empresa ha sido meteórica en un sector en el que abundan las grandes multinacionales. Empezaron el proyecto dos personas, cuando se puso la primera piedra del edificio inaugurado este lunes en 2023,  i+Med contaba con un equipo de 71 personas. Hoy está formada por 180 personas, de las cuales 30 son doctores en algún campo relacionado con la salud, mientras que otros 24 son ingenieros especializados en diversas áreas biomédicas. Posee 12 patentes tecnológicas -tres más que hace dos años-, y cuenta con un portafolio que incluye 49 productos sanitarios y cosméticos. “Estos productos están presentes en más de 42 países a nivel global y abordan diversas áreas terapéuticas como traumatología, medicina estética, oftalmología u oncología”, según ha informado la empresa.

El edificio inaugurado este lunes no es más que el comienzo, porque los responsables de la compañía tienen previsto ampliar las instalaciones en el año 2030 con una inversión de 100 millones de euros. Para ello construirán un nuevo edificio junto al recién inaugurado. Ambos formarán lo que denominarán “el bosque de la ciencia”. En esta construcción invertirán 100 millones de euros (60 millones para la edificación y otros 40 millones en tecnología). Dispondrá de 15.000 metros cuadrados hábiles, nuevos laboratorios y tecnologías punteras. La previsión es que con las nuevas instalaciones se creen 500 nuevos empleos altamente cualificados. Con estos dos edificios, la empresa alavesa i+Med contará en 2030 con una plantilla de más de 680 empleados y más de 19.000 metros cuadrados. Además de un lugar de empleo, este espacio será un espacio dedicado a la formación, ya que además de ser parte del instituto de Nanohidrogeles Inteligentes, también será la academia i+Med. “Un espacio destinado al estudio científico que preparará a nuevos científicos para que se sigan formando y sigan investigando y creando nuevas soluciones que mejoren la vida de pacientes de todo el mundo.

En su intervención, el lehendakari ha resaltado la trayectoria de la empresa porque “no es sencillo acompasar los tiempos de la ciencia con la cuenta de resultados”, “integrar el área de I+D con el de marketing y finanzas”. “Es el propósito lo que os ha hecho sortear las dificultades y encontrar vuestro propio camino: la visión de la empresa como un compromiso compartido. El resultado es este: una empresa puntera tecnológicamente, enraizada en Álava y Euskadi, que tracciona el talento y la innovación. Que genera empleo de calidad, riqueza, y que nos posiciona como referente en un sector de oportunidad como el de las biociencias”, ha dicho.

Pradales ha destacado que el sector de las biociencias y biosalud tiene ya un peso importante en la economía vasca, con más 300 empresas en Euskadi, más de 2.000 millones de facturación y más 16.000 puestos de trabajo. “Nuestro objetivo es crear las condiciones más idóneas para que cada vez haya más personas investigadoras y emprendedoras, y para llevar a cabo proyectos avanzados. Nos toca acertar. Para ello, promoveremos faros de oportunidades industriales e Innovación, y desplegaremos la estrategia por el talento”, ha señalado.

Ha puesto en valor el trabajo de los fundadores de esta empresa. “Teníais el conocimiento, y teníais un propósito que era rompedor en muchos aspectos: queríais desarrollar una cartera de productos con tecnología propia, en un sector, el biotecnológico, donde los plazos de maduración y los procesos de certificación son largos y complejos”, ha resaltado. Ha señalado que los fundadores buscaban “mantener la autonomía financiera para tomar sus propias decisiones, en un sector donde lo habitual es recurrir a un inversor externo” y ha resaltado que la empresa es “una cooperativa de científicos, una forma jurídica nada habitual en el sector”. “Queríais, en definitiva, reescribir las reglas del juego y lo habéis logrado. Lo habéis hecho aprendiendo de los errores, corrigiendo el rumbo cuando había que hacerlo porque una cosa es tener conocimiento y desarrollar tecnología, y otra acertar en su aplicación”, ha añadido.

Según han informado los responsables de la empresa, i+Med tiene abiertas investigaciones en 50 nuevos proyectos que “verán la luz próximamente, algunos durante la transición hacia la nueva planta y la mayoría a partir de 2025, coincidiendo con el inicio de actividad del Instituto”. La cifra de negocio a cierre de 2022 rondó los 10 millones de euros y “las expectativas para el 2025 proyectaban entonces una facturación de 25 millones de euros”, han señalado, pero “al cierre de 2024 la facturación fue de 20 millones de euros, representando un incremento de casi el 50% en dos años”, ha detallado.

La firma ha señalado que “con la creación de la moderna planta farmacéutica y del Instituto, i+Med se posiciona en el medio y largo plazo como líder mundial en medicina personalizada mediante sistemas de inteligencia artificial integrados directamente en los nanohidrogeles”. “La cooperativa, además de buscar expandir su gama de productos y tecnología a nivel mundial, se enfoca en desarrollar nuevas líneas de investigación innovadoras como las nuevas líneas de i+D basadas en la bioelectrónica con el objetivo de acercar la medicina del futuro al presente”, han resaltado.

El nuevo instituto trabaja en el desarrollo de un proyecto de nanomedicina personalizada en el campo de los nanohidrogeles inteligentes de liberación controlada de fármacos y sustancias activas; además de en la evolución de la actual cartera de tecnologías y desarrollo de nuevas tecnología y patentes sobre nuevos modelos y casuísticas de dosificación de fármacos de forma controlada y sostenida en el tiempo. También en el desarrollo de la tercera generación de la Fabrika de I+D, donde se unifica el I+D de alto nivel con una producción rápida a pequeña escala ideal para fases de validación y prototipado de toda una industria; y seguirá trabajando en la aplicación de ultratecnología hacia las líneas de cosmética actuales: Unikare y Sibari Republic, y próximas líneas de ultracosméticos.

¿Qué es un nanohidrogel inteligente?

Las técnicas de biociencias no son fáciles de entender para los profanos, pero el director de la empresa, Manu Muñoz, lo explica con un ejemplo sencillo: “El nanohidrogel es parecido a una malla de naranjas tridimensional que se cargan de moléculas o de principios activos, que serían las naranjas. Esa malla tridimensional cargada con moléculas o unos principios activos se introducen dentro del cuerpo humano y luego, esa malla por medio de cambios de PH, cambios de temperatura, o por erosión de la propia malla, va dejando que se libere poquito a poco y vayan saliendo esas moléculas, esas naranjas”.

Y, ¿por qué es inteligente?. “Porque la salida de esas moléculas se realiza de forma controlada en el tiempo, es decir, progresivamente va saliendo esa naranja poquito a poco de la malla. Esa identificación como inteligente sería esa liberación de las moléculas o del principio activo por cambios fisiológicos dentro del cuerpo humano”, señala.