Euskadi ha perdido 1.341 comercios desde 2022, casi un 6% del total de establecimientos

Euskadi ha perdido 1.341 comercios en los dos últimos años. Si en 2022 se registraban 22.657 establecimientos, el año pasado quedaban abiertos 21.316, casi un 6% menos, acusando las consecuencias de, entre otras cuestiones, el cambio cultural en los consumidores y del auge de comercio por internet. Un “profundo proceso de transformación” al que se enfrenta el sector y que le obliga a “resituarse”, según señala el consejero de Turismo, Comercio y Consumo, el socialista Javier Hurtado, en una respuesta parlamentaria.
Los datos que proporciona el Gobierno, a petición de la parlamentaria del PP Ainhoa Domaica, presentan un panorama de cierres que es más acusado en Bizkaia y en Gipuzkoa y en Bilbao. En concreto, En Gipuzkoa se han perdido en estos dos años 492 comercios, un 6,21% menos, porcentaje similar al de Bizkaia, con 710 comercios perdidos, una caída del 6%. Mientras, en Álava han sido 137 los establecimientos que han cerrado sus puertas, lo que supone un descenso de 4,7%.
En lo que se refiere a las capitales, Bilbao es la que acusa la caída en el número de establecimientos más significativa, de un 7%. En 2022 había 4.205 comercios operativos frente a los 3.911 con los que se cerró 2024. Se da la casualidad de que en los últimos meses la capital vizcaína está sufriendo el cierre de varias tiendas de firmas de grandes marcas. Vitoria y Donostia; sin embargo, han registrado cierres comerciales por debajo de la media en este periodo. De un 5,24% en el caso de Vitoria, que ha pasado de 2.311 establecimientos en 2022 a 2.190 en 2024, y de un 4,8% en Donostia, que dispone ahora de 2.293 comercios frente a los 2.409 de los que disponía hace dos años.
El descenso en el número de establecimientos tiene un reflejo directo el peso que supone el sector dentro del Producto Interior Bruto (PIB) vasco. Con datos del Eustat, hasta 2023 -porque aún no hay registrados datos de 2024- en 2021 el sector comercial suponía el 11,73% de PIB frente al 11,25% de 2023.
Ante esta situación en consejero Hurtado urge al sector a “resituarse”, ante los “retos” y la “profunda transformación” que debe afrontar. El consejero recuerda en su respuesta que se abarcan tres transiciones: la medioambiental, “que está pautando nuevos valores y formas de vida y consumo responsable”, la sociodemográfica, “con un envejecimiento poblacional y una sociedad mosaico en la que conviven cinco generaciones diferentes con hábitos y formas de compra y pago muy diversos” y la transición digital, “marcada por los cambios en los hábitos de consumo, que tiende a la omnicanalidad, la innovación y la digitalización de los recursos”. “Todas estas transiciones confluyen en la ciudad y configuran un nuevo espacio y una nueva agenda urbana. La movilidad sostenible, la búsqueda de espacios limpios, accesibles, cohesionados, conviven con las inquietudes en torno a las necesidades urbanas que configuran esta nueva agenda urbana , en la que el comercio debe resituarse”, señala el consejero.
En cuanto a las medidas a tomar, Hurtado apuesta por reforzar el “liderazgo público” en el sector. En este sentido, señala que se está trabajando “con una forma de colaboración público-privada a través de las organizaciones empresariales convertidas en organizaciones intermedias, como vía de desarrollo y ejecución de las políticas públicas comerciales”, indica. “A pesar de ello, debemos ser capaces como administración pública, de aumentar nuestro músculo técnico y capacidad dentro de la dirección de comercio”. Además, apunta que se continuará consolidando el “hub de innovación comercial, que sirve para generar un ecosistema conectando a los emprendedores, las ingenierías o consultores, las instituciones y las sociedades de desarrollo, o la formación, en torno a proyectos de innovación comercial”.
Por otra parte, el departamento quiere actualizar el marco regulador del comercio vasco, que es “longevo”, dice, ya que data de 1994 y ha sido modificado en 2000 y 2008. “Un marco regulatorio previo al auge del comercio electrónico, de la digitalización y de la sostenibilidad como aspecto clave, adaptada a los cambios en los hábitos de consumo y alineada con las nuevas normativas española y europea que den suficientes garantías al sector para su innovación y desarrollo”.
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