Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
La portada de mañana
Acceder
Feijóo deja solo a Mazón ante su investigación judicial
Un fardo judicial persigue a Mazón: el nexo causal de los 228 homicidios imprudentes
OPINIÓN | 'La Unión Europea cambia de identidad', por Enric González
Opinión

No vamos a olvidar

Concentración de trabajadores de servicios sociales y sindicalistas de CCOO protestando en Mérida por las condiciones laborales de inseguridad que han llevado al asesinato de la joven educadora en Badajoz

0

Escribo estas líneas todavía sobrecogida y con el alma en un puño. Han pasado ya unos días desde que conociéramos el trágico final de Belén Cortés, y sin embargo sigo sin poder digerir este brutal asesinato, que se podría haber evitado. Estoy convencida de ello.

Esta semana se están escribiendo ríos de tinta sobre la precariedad que sufren las trabajadoras, y digo bien, trabajadoras, porque es un sector altamente feminizado, de los centros de menores. Sin embargo, todo el que se haya acercado mínimamente a ellos, sabía de la situación en la que tienen que desempeñar su trabajo estas mujeres. Pero nadie hizo nada al respecto. Y eso, que ha habido avisos, como el ocurrido el pasado verano en Villafranca.

El modelo de gestión de estos centros, entregado a empresas privadas, está basado en la más absoluta precariedad de los trabajadores porque todos sabemos que las empresas privadas miran más por su beneficio que por la calidad del servicio o por las condiciones laborales. De esos barros, estos lodos. Nadie entiende cómo una sola persona estaba a cargo de menores con medidas judiciales. Nadie entiende que no se haya reforzado el servicio, a pesar del historial de fugas, amenazas y agresiones que parece ser que tenían. Nadie entiende cómo no había seguridad. Nadie entiende, de verdad, cómo ha podido ocurrir algo así.

El asesinato de Belén ha removido un avispero, que tarde o temprano iba a saltar, porque la situación es insostenible. Los profesionales que tratan con menores en Extremadura se están organizando para dar la batalla y exigir condiciones laborales dignas que les permitan ejercer su trabajo decentemente. Si estos trabajadores no tienen mejores condiciones, ¿cómo van a poder garantizar la reinserción y reintegración social de los chavales?

Pero ese no es el único avispero que se ha removido estos días. Ha hecho falta que se asesine brutalmente a una trabajadora para que alguien comience a pensar que igual no es la mejor idea mezclar en un mismo recurso a menores con medidas judiciales con otros que están pasando por una situación de vulnerabilidad. Es hora también de que cambien los protocolos y de que no se criminalice a todos los jóvenes por igual porque la casuística de cada uno es distinta y debe abordarse de forma individualizada.

Estos días también pienso mucho en ellos, en los menores que han sido capaces de matar brutalmente a su cuidadora. Pienso en qué hemos fallado como sociedad para que unos críos de 14, 15 y 17 años puedan ser capaces de cometer una atrocidad así. Está claro que no estamos haciendo bien las cosas y que no estamos ofreciendo las herramientas adecuadas para que nuestra juventud con problemas puedan superarlos y reintegrarse plenamente en la sociedad. Y estoy convencida de que no es por falta de implicación de los profesionales que están con ellos, sino de una Administración que los ha abandonado totalmente.

También, como no podía ser de otra forma, pienso en Belén, en su familia y en todos sus allegados, amistades y conocidos. En todo el pueblo de Castuera que se ha volcado en el dolor para despedir a una de sus vecinas y arropar a sus seres queridos. Comparto la rabia, la frustración y la impotencia de muchas personas ante este crimen sin sentido.

Por todas ellas, por Belén y por los cientos de trabajadores y trabajadoras que se dejan la piel en los centros de atención de menores, vamos a pedir explicaciones y vamos a exigir que se asuman responsabilidades desde todos los ámbitos, desde la Fiscalía, la empresa y la Junta de Extremadura. Desde Unidas por Extremadura no os vamos a abandonar. No nos vamos a olvidar de Belén.

Etiquetas
stats