La Plataforma contra los Megacruceros alerta de la llegada de 541 embarcaciones con 1,8 millones de turistas en 2025
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La Plataforma contra los Megacruceros ha alertado de la previsible llegada al puerto de Palma de 541 cruceros con 1,8 millones de turistas a lo largo de 2025 y del impacto negativo que éstos tendrán sobre la ciudad.
Según ha señalado la asociación en un comunicado, estas estimaciones, que han sido publicadas recientemente por la Autoridad Portuaria de Baleares (APB), son superiores a las de años anteriores y están “completamente desalineadas con los objetivos de sostenibilidad”.
En concreto, han apuntado desde la plataforma, las previsiones arrojan un aumento de 47 embarcaciones y de más de 41.000 cruceristas respecto a 2024, de modo que las cifras se acercarán al récord establecido en 2019 --antes de la pandemia--, cuando llegaron a Palma 592 cruceros.
“Si queremos preservar el medio ambiente y la calidad de vida de los destinos turísticos es imprescindible repensar el modelo actual del turismo de cruceros. El futuro del sector pasa por la sostenibilidad, el respeto al medio ambiente y la consideración de las necesidades de las comunidades locales. Solo así será posible compatibilizar turismo y calidad de vida”, han defendido desde la Plataforma contra los Megacruceros.
En esa línea, también han expresado su preocupación por la finalización, el año que viene, del acuerdo entre el Govern y las navieras por el cual se limita la entrada de entrada de estas embarcaciones al puerto de Palma.
La asociación, integrada por un conjunto de entidades del tejido asociativo de Mallorca, ha subrayado que el futuro del acuerdo, que fue alcanzado en diciembre de 2021 y se rubricó en mayo del año siguiente, “será clave para el futuro” de la ciudad. Éste establece, entre otras cosas, que Palma solo podrá recibir un total de tres cruceros al día y que únicamente uno de ellos podrá tener una capacidad superior a los 5.000 pasajeros.
“Palma necesita una industria de cruceros a la baja, menos cruceros y más pequeños”, ha sostenido la plataforma, que ha mantenido que este tipo de embarcaciones de grandes dimensiones no pueden considerarse “sostenibles” bajo ningún concepto.
“Los cruceros tan grandes tienen una demanda energética y de recursos que es incompatible con los objetivos de electrificación de los puertos, más aún en un territorio insular como es Baleares. Esto hace que cuando un crucero está amarrado al puerto tenga que seguir quemando combustible, liberando contaminantes muy nocivos para la ciudad, y que tenga un consumo de agua que pone en compromiso su uso por parte de los residentes”, han indicado.
Además, han proseguido, la “irrupción masiva” de cruceristas en una ciudad altera su tejido empresarial y hace aumentar los precios de la vivienda y los servicios sin que los comercios locales salgan beneficiados.
Según datos del Instituto Balear de Estadística (Ibestat) citados por la Plataforma contra los Megacruceros, el gasto medio de este tipo de turistas durante su estancia transitoria en la ciudad ronda los 35 euros.
Esta, han concluido desde la asociación, es la “cara oscura” de un tipo de turismo que en muchas ocasiones se asocia “falsamente” a un sector económico próspero y a un motor de crecimiento.
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