La primera '13, Rue del Percebe' se reencarna en Carabanchel en honor a Ibáñez: “Todos podríamos ser ese vecino”

La famosa 13, Rue del Percebe se traslada al número 46 de General Ricardos, en el distrito madrileño de Carabanchel. Un centenar de personas se han reunido a media mañana en este edificio de Urgel para levantar sus cabezas y contemplar un enorme mural: acaba de inaugurarse como homenaje al dibujante e historietista por excelencia en España, Francisco Ibáñez. El creador de Mortadelo y Filemón murió en 2023, a los 87 años. Pero su memoria sigue muy viva. “Es nuestra infancia y aun así, si te paras a pensarlo, ¡también podríamos ser nosotras hoy mismo!”, se ríen Isabel y Lola, dos vecinas del barrio habituadas a coincidir en el autobús o en la cola del supermercado. Se tenían “localizadas”, como dicen ellas, pero este viernes hablaron por primera vez para comentar algo que tienen en común: su pasión por los tebeos de Ibáñez.
El que se recrea a gran escala en el edificio que contemplan es la primera página del famoso 13, Rue del Percebe, una serie de viñetas que vieron la luz en 1961. Las dos vecinas de Urgel las leyeron años más tarde, ya en la década de los 70. Tendrían unos 15 años. Incluso tanto tiempo después, para Lola sigue siendo su tebeo favorito. “Entonces era lo que teníamos para divertirnos, es como el Netflix de ahora. Y lo disfrutábamos mucho”, añade Isabel, que en aquella época devoró otros cómics como Las hermanas Gilda, del español Manuel Vázquez Gallego; o las historias del Carpanta, un personaje imaginado por José Escobar.
Pero Francisco Ibáñez era su predilecto. Con su humor habitual, el dibujante parodió las aventuras y desventuras propias de cualquier bloque de pisos de la clase media española en un conjunto de viñetas, que conforman el 13, Rue del Percebe. Los personajes ríen, pelean, asumen la convivencia como pueden o tratan de llegar a fin de mes. Una fotografía que, medio siglo después, sigue de plena actualidad. Los residentes del edificio de General Ricardos en el que se han reencarnado estas vivencias dieron su visto bueno para convertir una de sus paredes en un mural que le recuerde. Ese era el primer –e imprescindible– paso para comenzar una larga cadena de gestiones burocráticas.

El distrito en el que se inaugura, Carabanchel, vive una explosión de proyectos culturales en marcha o artistas del centro que se mudan por los precios desorbitados. Es el barrio con más locales de ensayo de toda España, en donde ver a alguien con una guitarra enfundada a la espalda es parte del día a día. Vengan del mundo de la escultura, la pintura, la música o la literatura, esta tendencia les concentra cada vez más en el sur madrileño, una zona tradicionalmente obrera. El arte urbano es otra de las ramas que han llegado a Carabanchel, donde precisamente vive uno de los artífices de este mural.
Se llama Álvaro y lo ha pintado en escasas dos semanas –y pese a la lluvia– junto a su compañero Michelangelo, de Nápoles. Sus nombres artísticos son mucho más difíciles de pronunciar: el primero es Kerú de Colorz; el segundo, NSN997. Ambos afrontaron el reto conjunto de terminar su obra en un par de semanas en las que, sobre todo, tuvieron que sortear las dificultades de la lluvia. “¡Pero lo hemos conseguido!”, celebraba Michelangelo en la inauguración este viernes, horas antes de que se celebrara el primer Día Oficial de Francisco Ibáñez. Será el 15 de marzo, coincidiendo con el cumpleaños del dibujante.
Su hija, Nuria Ibáñez, también hizo acto de presencia. “Cada uno de nosotros podría imaginar en qué piso de ese edificio estaría. Todos podemos ser ese vecino”, expresa emocionada. El acto inaugural se convocó a las 11.00 de la mañana, pero no fue hasta media hora más tarde que llegaron las distintas personalidades citadas: desde la familiar del dibujante hasta la directora literaria de Bruguera, el sello de la editorial Penguin Random House que ha pilotado este homenaje, Isabel Sbert. También acudieron el concejal del distrito, Carlos Izquierdo, y la responsable municipal de Cultura, Turismo y Deporte, Marta Rivera de la Cruz.

Ibáñez (hija) agradeció el homenaje y expresó algo que le resultó curioso. “Recibimos ahora una cosa que nunca tuvimos mientras mi padre vivía: algo permanente, que además sea algo público y esté cerca de la gente normal, de los vecinos de los que a él le gustaba rodearse... Si estuviera aquí, seguro que se sentiría muy feliz”, ha afirmado. El historietista, nacido en Barcelona, retrató a un país entero que iba más allá de sus calles y centró en la cultura popular muchas de sus obras.
Mortadelo y Filemón (1958) es la más reconocible, y tres años más tarde salió 13, Rue del Percebe. Pero ni de lejos fueron las únicas: la serie de El Botones Sacarino comenzó en el 63, un año más tarde llegó Rompetechos y en los 80 se publicaron Tete Cohete (1981) o Chicha, Tato y Clodoveo (1986). Más largas o más cortas, sus historietas son ya parte de la memoria colectiva en España. Aunque el artista es barcelonés, la inauguración de este primer mural en Madrid es el tiro de salida de un programa de actividades más amplio que se desarrollará en los próximos días, con motivo del nuevo Día Oficial de Francisco Ibáñez.
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