Una enfermera para 16 pacientes: los profesionales del Clínico de Zaragoza denuncian que la ratio es “insuficiente”

El personal de enfermería de la planta de medicina interna del Hospital Clínico de Zaragoza denuncia la falta de profesionales para atender a los pacientes. Exponen que la ratio de dos enfermeras para 32 pacientes en las tardes y noches, los que hay en planta, es “insuficiente” y “afecta a la salud de los pacientes”. Así lo dice Pablo Latorre Monclús, enfermero de la planta de medicina interna del Clínico.
Desde el Departamento de Sanidad aseguran que las ratios se determinan en base a unos criterios objetivos, como pueden ser la carga de trabajo, el índice de ocupación, o el número de pacientes fuera de área dentro del servicio. Exponen también que “cada planta es diferente” y que la plantilla puede variar en función de las circunstancias.
Latorre explica que los problemas se dan en los turnos de tarde, fines de semana y festivos, cuando el número de trabajadoras es menor, tres por la mañana, dos por las tardes y dos por las noches: “Por las mañanas te puedes apañar porque el personal es mayor”: “Durante la noche, muchos de los pacientes descansan y las complicaciones suelen ser menores. Sin embargo, durante la tarde nuestras tareas siguen siendo las mismas que en una jornada normal.Todo ello sin contar que es una planta con pacientes crónicos y complejos y que su pluripatología muchas veces lleva a fallos y a situaciones de urgencia que requieren de una atención rápida que priva al resto de pacientes de su atención y cuidados”.
El enfermero expone que están “cansadas de situaciones que nos desbordan y las que no llegamos, que además repercuten en la salud del paciente”. Comenta que, en situaciones de desbordamiento, pueden recurrir a una enfermera pool, de refuerzo, pero “no está durante todo el turno, se desplazan allí donde se necesita”.
Latorre califica esta situación como problema “crónico”. Este enfermero actúa como portavoz de sus compañeras, y relata episodios que han vivido en los que la falta de profesionales ha afectado a la calidad asistencial: “Al inicio del turno se toman las constantes para poner la medicación, pero nada más empezar el turno tuvieron un código ictus en medicina interna, las dos atendieron al paciente y en la planta llena se quedaron dos auxiliares. Todo se ralentizó dos horas, se pidió personal de refuerzo pero fue rechazado. Finalmente a las 17:15 subió la enfermera pool, cuando la situación estaba más estabilizada se complicó la salud de otro paciente, hubo que avisar otra vez al médico de guardia y el tiempo dedicado a ese paciente fue en detrimento del resto de pacientes”.
Latorre explica que esta situación descrita es solo un ejemplo de lo que viven de forma continuada. Comenta que sus compañeras califican este tipo de situaciones como “frustrantes” y de “pérdida de control de la situación”: “Sentía que no estaba segura de haberlo hecho todo realmente bien porque vas con el tiempo justo y estás con la sensación de miedo y estrés por haber fallado”.
Comenta que este no es un problema que solo afecte a la medicina interna, pero considera que es una planta “complicada” por el perfil de los pacientes, con una media de edad de entre 80 y 85 años y “con enfermedades complicadas, es fácil que se desorienten, por lo que se requiere una atención extra que es imposible que sea óptima”. Concluye pidiendo “unas condiciones mínimas para hacer y ejercer un trabajo seguro y que dignifique nuestra profesión y que repercuta en el cuidado del paciente, que es el foco de nuestra profesión”.
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