14 años de espera para naufragar por una “revancha” política: la misión imposible de crear una Agencia de Salud Pública

En el Congreso de los Diputados se puede pasar del “júbilo” a la derrota en apenas dos horas. La aritmética parlamentaria acostumbra al Gobierno a vivir cada votación al borde de un ataque al corazón, pero este jueves no había motivos para preocuparse.
El Ministerio de Sanidad llegó a la Cámara Baja con la seguridad de que, después de 14 años y una pandemia mundial, se iba a colgar el mérito de haber puesto de acuerdo a todos los grupos parlamentarios –salvo Vox– para crear la primera Agencia Estatal de Salud Pública. Hasta que empezó el Pleno y asomaron los primeros indicios de que no sería tan sencillo. Lo que nadie imaginaba es que sería una batalla política originada en torno a otra ley lo que echaría a perder un nuevo organismo para “mejorar la salud de la población, la equidad en salud y la protección frente a riesgos y amenazas sanitarias”.
A lo que Sumar se refirió como “revancha”, el Partido Popular –el gran protagonista de la jornada– lo llamó “reacción”. “Lo que no pueden pretender luego es que no haya una reacción”, admitió el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, unas horas después del debate.
Los de Alberto Núñez Feijóo se referían al giro inesperado que dieron al sentido de su voto en la mañana del jueves tras constatar que la presidencia del Congreso no iba a alterar el orden del día, como pedían, para retrasar la votación de otra ley, la de desperdicio alimentario. Si querían posponerlo era porque dos días antes la Mesa del Congreso había vuelto a tumbar unas enmiendas para modificar el texto, entre ellas una rebaja del IVA de los alimentos.

El PP llevó su rechazo hasta las últimas consecuencias uniéndose por sorpresa a Vox y a Junts, que también viró su postura en el último minuto con el argumento de que “ninguna agencia española está por encima de los ganaderos catalanes”. Ambos grupos habían respaldado la ley en la Comisión de Sanidad la semana pasada tras incorporarse al texto una parte de sus enmiendas. Los conservadores, consumada su decisión de dejar caer la norma, terminaron jaleando a la ministra de Sanidad: “Te has quedado sin tu chiringuito”.
Cómo volver a tramitarla
El golpe ha dejado noqueado al departamento de Mónica García, que ya ha empezado a pensar en las vías posibles para volver a tramitar la ley. El escenario de hacerlo a través de decreto se difumina porque el texto requiere actualizar la ley de salud pública de 2011; otra opción posible es presentar el proyecto de ley como una proposición de los grupos, lo que acortaría los tiempos. Lo que es seguro es que si ya había una “deuda con el pasado” por haber tardado tanto en hacer realidad esta agencia, esa deuda seguirá alargándose en el tiempo.
No encuentro un eufemismo para describir lo que han hecho con algo que pensaban que era necesario para un país. Si quieres una venganza, hazla por otra vía. No tiene sentido cuando representantes del PP urgían al Gobierno a sacarlo adelante
El propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tachó de “lamentable”y de “absoluta irresponsabilidad” la decisión de los populares de dejar caer una medida muy importante para prestigiar la sanidad pública. En su comparecencia tras asistir al Consejo Europeo en Bruselas, Sánchez aseguró que el cambio de postura de los populares en el último momento “es un síntoma más de la oposición destructiva, absolutamente sin rumbo, que te vota que sí en las comisiones, luego vota que no en el Pleno”. Sánchez recordó que la creación de la agencia era un compromiso que se había adquirido a raíz de las conclusiones de todos los partidos tras la pandemia y criticó el oportunismo del PP en un asunto tan sensible, informa Irene Castro.
La Sociedad Española de Epidemiología (SEE) también lamentó enseguida “la mala noticia”. Era tal la certeza de que saldría adelante que su presidente Eduardo Satué se había desplazado al Congreso para celebrar la votación. “Veníamos ya con mucho retraso porque la ley general de salud pública, que es de 2011, ya tenía prevista la creación de un centro estatal”, apuntaron en un comunicado en el que recordaron que la urgencia de este órgano ya la pusieron negro sobre blanco los expertos independientes encargados de evaluar cómo funcionó el sistema sanitario cuando estalló la pandemia.
Ildefonso Hernández estaba al frente de la Dirección General de Salud Pública cuando se aprobó aquella norma hace casi tres lustros. “No encuentro un eufemismo para describir lo que han hecho con algo que pensaban que era necesario para un país. Si quieres una venganza, hazla por otra vía. No tiene sentido cuando representantes del PP urgían al Gobierno a sacarlo adelante”. El epidemiólogo ya se frustró en 2011 cuando la agencia que había planeado se quedó reducida a un “centro con poco texto” dentro de la ley. Ni siquiera este centro se creó. Entonces gobernaba el Partido Socialista.
Por el hecho de no tener una agencia no vamos a contar con un sistema de recogida de datos y posible análisis que nos sirva como país para entender lo que está pasando y tomar decisiones
El siguiente intento fue en 2022, con la ministra Carolina Darias (PSOE), pero la tramitación quedó interrumpida por la convocatoria anticipada de elecciones un año siguiente. En enero de 2024, el nuevo equipo del Ministerio de Sanidad de Sumar retomó el proyecto, que estuvo a punto de descarrilar nuevamente cuando Junts y PNV presentaron sendas enmiendas a la totalidad para enviar el texto de nuevo al Gobierno alegando que invadían sus competencias. La situación se recondujo a base de negociaciones, aunque este jueves los catalanes dieron un volantazo inesperado.
Qué implica este retraso
Hernández asegura que retrasar la agencia demora “un aspecto clave en los planes de seguridad de España, que no solo son tanques”, sino estar preparados, protegidos y coordinados –dentro y fuera de las fronteras– ante amenazas para la salud. “No quiero decir que el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES) no esté trabajando, pero hace lo que puede, apaga fuegos por todos lados”, aclara a renglón seguido. Tener un organismo de referencia, además, permitirá “tener una voz creíble en temas de salud en un momento en el que la comunicación está desautorizada”.
Al epidemiólogo Manuel Franco, investigador de la Universidad Johns Hopkins, le parece “incomprensible” la decisión de no avanzar “en algo que repercute en la salud y el bienestar de la población” y profundiza en sus consecuencias. “Desde el punto de vista científico lo más importante es la falta de organización, la falta de datos, de coordinación, de lo que hoy en día se llama vigilancia y monitorización. Eso quiere decir que por el hecho de no tener una agencia no vamos a contar con un sistema de recogida de datos y posible análisis que nos sirva como país para entender lo que está pasando y tomar decisiones”, según sus declaraciones a Science Media Centre España.
Esta demora es especialmente lesiva “teniendo en cuenta que el mundo se está complicando mucho desde la perspectiva de la salud pública”, dimensiona Salvador Peiró, de la Fundación para el fomento de la investigación sanitaria y biomédica de la Comunitat Valenciana (Fisabio). Hay cambio climático, desertización, movilidad, industrialización de la producción animal, entre otros riesgos para que aumenten las enfermedades y grandes potencias, como Estados Unidos, abandonando organismos internacionales como la OMS, cita Peiró.
En las próximas semanas se confirmará con qué hoja de ruta se recompone el Gobierno de esta derrota. “Esperamos que rectifiquen porque volveremos a traer la ley”, zanjó la ministra de Sanidad.
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